lunes, 11 de mayo de 2009

Cómo evitar hacerse famoso sin desearlo

No todos los días uno se encuentra con su propia foto en un gran cartel de publicidad en la vía pública. Puede que les ocurra a modelos, actores y famosos varios, pero no al resto de nosotros.

Sin embargo, eso fue exactamente lo que le ocurrió a Alison Chang, una adolescente de 16 años que encontró su imagen en una campaña de publicidad de Virgin Mobile de Australia. El retrato, donde Alison aparece haciendo la "V" de la victoria, fue obtenido por la compañía de telefonía celular del popular sitio para compartir fotos Flickr ( www.flickr.com ). Virgin Mobile la invirtió y agregó el mensaje "Free text Virgin to Virgin". Aunque este es el slogan de toda la campaña y hace referencia a los mensajes de texto, considerando la edad de la muchacha el doble sentido tenía la sutileza de un incendio forestal.

La foto había sido tomada por Justin Wong, que subió la foto a Flickr sin darse cuenta -alega- de que la publicaba bajo una licencia especial que permite a cualquier persona u organización usarla libremente, incluso con fines comerciales. ¿Esto significa que Virgin Mobile no cometió ningún ilícito al usar sin permiso la imagen de una menor de edad para una costosa campaña de publicidad? Casi.

La llegada de Internet dio origen a una serie de desafíos legales relacionados con el copyright. ¿Cómo hacer para compartir esa foto, esa pintura o ese texto en un mundo donde ya no hay originales (la copia digital es idéntica al original) y donde "subir una foto" es sinónimo de perder todo control sobre ella?

Los Creative Commons (o CC) son un tipo de licencia nacida para responder a estos problemas, y básicamente permiten, con un sustento legal, compartir obras reteniendo solo algunos de los derechos clásicos del copyright. Por ejemplo, y como ocurrió en el caso de Alison Chang, una de las variantes de los CC cede todos los derechos sobre una obra, incluso el usarla comercialmente, y sólo exige que se mencione el nombre del autor.

En otros casos, los CC permiten usar la obra, pero no con fines comerciales; o bien puede usarse con esos fines pero sin modificaciones. En total, hay cuatro variantes básicas de los CC, que combinadas dan origen a 16 posibles licencias. A pesar de la intención, que es loable, esta diversidad es caldo de cultivo para la confusión. Sumado al hecho de que el éxito de sitios como Flickr es demasiado grande para que los usuarios se tomen un rato para leer la documentación legal, el resultado es que mucha gente está compartiendo sin saberlo sus fotos con licencias CC que ceden prácticamente todos sus derechos a los demás.

Flickr tiene hoy más de mil millones de fotos. Si se busca la palabra "landscape" (paisaje, en inglés) aparecen más de 36.000 fotos que es posible utilizar comercialmente, sólo citando el nombre del autor.

Para muchos fotógrafos, los CC brindan la posibilidad de dar a conocer su trabajo y su nombre sin fronteras y sin costo. Para Justin Wong, consejero juvenil de Alison, los CC sólo trajeron un disgusto. Para peor, Virgin Mobile ni siquiera imprimió en el cartel el nombre de Wong. La familia Chang y Justin Wong iniciaron acciones legales contra Virgin Mobile Australia, Virgin Mobile de Estados Unidos y Creative Commons; no así contra Flickr.

Hicimos la prueba con Flickr, y de forma predeterminada el sitio coloca nuestras fotos como "Todos los derechos reservados". Antes de cambiar esta configuración hay que entender bien los que las diferentes licencias CC significan ( http://creativecommons.org/ ). Como norma, si son fotos personales, no hay que usar las licencias CC.

Además, los sitios para compartir contenidos (imágenes, videos, textos), como Flickr, los blogs y los "espacios" del MSN Messenger permiten restringir el acceso sólo a las personas que autorizamos. Conviene usar esta opción, si no queremos compartir nuestras fotos con los 1200 millones de personas conectadas a Internet.

Ariel Torres
Copyright S. A. LA NACION 2007. Todos los derechos reservados

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