lunes, 25 de mayo de 2009

Ecologistas... hasta más allá de la muerte

En Estados Unidos, cada vez más personas abogan por tener un descanso eterno más respetuoso con el medio ambiente: los entierros naturales, es decir, los que eliminan en lo posible la utilización de ataúdes y productos químicos para embalsamar, están ganando popularidad.

Joe Sehee, presidente de la organización Green Burial Council, dedicada a la promoción de los entierros ecológicos, asegura que la demanda "está aumentando a medida que la gente se informa más sobre este tema". En su opinión, los ciudadanos de EEUU se están dando cuenta de que pueden conseguir "el tipo de entierro que ellos quieren y sin generar contaminación".

De hecho, según una reciente encuesta de Asociación de Jubilados de los EEUU [AARP por sus siglas en inglés], con más de 35 millones de miembros, un 21% de los mayores de cincuenta años prefiere un tipo de entierro más respetuoso con el medio ambiente.

Muere como un 'verde'

La alternativa es volver a la tierra de la forma más natural, sin ataúd ni embalsamamiento, una opción que, por el momento, sólo es posible en unos pocos camposantos de los EEUU.

Un entierro "verde" puede resultar también mucho más económico para las finanzas de los difuntos y las de sus allegados vivos: mientras que en un funeral tradicional sólo el féretro puede costar unos 8.000 dólares, los entierros ecológicos cuestan entre 300 y 4.000 dólares (entre 200 y 2.700 euros), dependiendo del precio del suelo donde se decida reposar eternamente.

Pero para aquellos a los que lo de volver a la tierra sin ataúd les resulte demasiado frío, una buena opción son los sarcófagos biodegradables. Natural Burial Company es una firma que fabrica féretros biodegradable europeos como el 'Ecopod', construido con papel reciclado, o el modelo de madera 'EveryBody Coffin', un ataúd cuya simplicidad recuerda a los ataúdes de los campesinos de la Edad Media. Ta trabajan en modelos realizados en madera, papel reciclado y mimbre.

¿Para qué sirve?

Las ventajas medioambientales son grandes en comparación con los entierros tradicionales, ya que quedan muchos restos de los fallecidos que reposan en los cementerios: según datos del Green Burial Council, en los entierros tradicionales en EEUU se emplean cada año 82.000 toneladas de acero, unas 2.500 toneladas de bronce y cobre y 1,4 millones de toneladas cemento.

Además, los procesos de embalsamamiento suponen residuos de hasta 3,1 millones de litros de fluidos basados en un componente llamado formaldehído, un compuesto calificado como probable agente cancerígeno. Según Green Burial Council, este componente puede acabar filtrándose hasta las aguas subterráneas, además de suponer un riesgo para los trabajadores de las funerarias.

20minutos.es

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