lunes, 18 de mayo de 2009

Como una hierba superpoderosa de la selva

Muchos norteamericanos ya la comparan, por las propiedades antioxidantes que se le atribuyen, con el té verde. Se trata de la yerba mate, que en los últimos tiempos se ha convertido en la bebida de moda de los Estados Unidos. Artículos periodísticos y sitios Web la califican como la bebida trendy del año; conocidas cadenas de supermercados de comida natural y cafeterías de la fama de Starbucks lo venden como la alternativa sana al café y algunos famosos, Madonna incluida, la toman. Eso sí, la mayoría le agrega a la palabra mate un curioso acento: yerba maté, le dicen.

Un artículo del diario norteamericano USA Today publicado en marzo de 2006 se hacía eco de las aclamadas propiedades del mate –es curioso que en la Argentina hayan pasado inadvertidas– y menciona algunas de las celebridades que han confesado beberlo, como Matt Dillon, Alicia Silverstone o Madonna. El músico Moby, señala el matutino, lo vende en Teany, el café del que es dueño en Nueva York.

"El consumidor norteamericano está interesado en lo que consume: si reduce calorías, si es digestivo, si le da energía, etcétera. Ellos ven la yerba mate como una hierba superpoderosa de la selva, y quieren saber qué beneficios tiene", asegura el argentino Alex Pryor, cofundador de Guayakí, la principal empresa argentino-norteamericana proveedora de yerba mate en cafeterías y supermercados de comida orgánica, como Whole Foods o Wild Oats.

Fundada en 1996, la compañía, que trabaja solamente en el mercado norteamericano, comenzó con 200 kilogramos de yerba. Hoy vende alrededor de 400.000 kilos al año. Guayakí vende en establecimientos y mediante su página Web (www.guayaki.com), y su gama de productos incluye, además de yerba empaquetada, bebidas saborizadas a base de mate, mate cocido y kits de mate y bombilla, que se venden a razón de 100 por día, cuenta Pryor.

Maté tropic, lemon maté...

Aunque en la Argentina la yerba se consume por tradición, y no necesariamente por sus propiedades, Pryor, que es también ingeniero en alimentos, asegura que las comidas y bebidas sanas comienzan a tener un mayor protagonismo en el nivel mundial, lo que explicaría, a su entender, que los norteamericanos hayan adoptado el mate con tanto entusiasmo.

Porque, según un estudio realizado por Elvira G. de Mejía, profesora de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, publicado este año en el Journal of Food Science, los atributos del mate son múltiples: ayuda a bajar los niveles de colesterol y a proteger el hígado, estimula el sistema nervioso, es diurético, es beneficioso para el sistema cardiovascular y, sobre todo, tiene una alta capacidad antioxidante.

Starbucks fue uno de los pioneros en venderlo: lo hace desde 2001. Es curioso que un mercado nuevo se abriera, a kilómetros de distancia, en plena crisis argentina: nada menos que en 2001. "Lo introdujimos en nuestros establecimientos, porque estábamos seguros de que el mate se convertiría en una bebida de moda", confiesa Nicole Fallat, del departamento de comunicación de la empresa cafetera. Parece que acertaron.

Es la compañía Tazo la que suministra la yerba mate a Starbucks (también el té), que lo presenta en saquitos y en dos variedades: maté tropic, con sabor a frutas tropicales, y lemon maté, con toques de limón, jengibre y cardamono.

Guayakí lanzó en enero de este año su línea de productos –son orgánicos y kosher– en una cadena de cafeterías de la costa oeste, Tullys, donde puede disfrutarse de un mate latte, y los más audaces, aquellos que se atrevan a tomarlo a la argentina, pueden adquirir yerba, mates y bombillas.

El furor por esta infusión verde se traduce igualmente en las exportaciones argentinas, que no dejan de aumentar. En 2005, el valor de las ventas de yerba mate a Estados Unidos fue de 820.000 dólares, lo que representa un incremento del 61% con respecto al año anterior, según los últimos datos de la Fundación Exportar.

Paloma Gil Estrada
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