lunes, 4 de mayo de 2009

Adiós al 2D: los nuevos mapas del siglo XXI rompen las barreras de la perspectiva

Los mapas están cambiando del papel al formato digital. Es una tendencia popularizada por los navegadores GPS, pero que va más allá, ya que la cartografía digital empieza a instalarse en teléfonos celulares, agendas y similares. Estos mapas del siglo XXI se consultan en pantallas y se almacenan en Internet o en soportes como el DVD y tarjetas de memoria. Además, incluyen información sobre miles de puntos de interés y apuestan por las representaciones tridimensionales de rutas y edificios.

La digitalización de la topografía española (un millón de kilómetros de calles, autopistas y carreteras) ha requerido casi una década de trabajo y ha sido parte de la gigantesca tarea de digitalización de la cartografía mundial, abordada por empresas como Tele Atlas y Navteq. Sus mapas digitales son la base que ha permitido la aparición de los navegadores GPS, que usan señales de los satélites para calcular las rutas.

"Digitalizar la cartografía de un país lleva trabajo, pero la actualización de datos aún es más compleja y no se acaba nunca. Un 20% de la información varía cada año a causa de rutas y calles nuevas, cambios de sentido, rotondas, etc. Y todo esto debe reflejarse en los mapas, para que sigan siendo útiles", explica José María Zolle, responsable de operaciones de Tele Atlas.

Para actualizar la información, esta empresa utiliza sistemas como el Mobile Mapping, con vehículos que recorren las rutas tomando fotos, equipados con cámaras capaces de captar el entorno en 360 grados. Según Zolle, "capturan mucha información y esto nos permite crear una base de datos enorme, que luego utilizamos para hacer los mapas según las peticiones de cada cliente. Estos vehículos también mejoran la precisión. El GPS actual tiene un margen de error de unos 10 metros, pero vamos a necesitar una precisión inferior a un metro. Pensemos, por ejemplo, en un sistema que al llegar un coche a un cruce, haga que sus faros se muevan automáticamente y amplíen el ángulo de iluminación. Debe ser muy exacto".

El uso de los mapas digitales ha dado un gran salto en los últimos años, con el éxito de los GPS baratos y auto-instalables. El año pasado en Europa se vendieron 12 millones de unidades de estos equipos. Este año, serán otros 17 millones y para el 2009, 24 millones. El uso de los mapas digitales empieza a extenderse, ya que los GPS son utilizados por taxistas, administraciones, flotas y otros. El proyecto Galileo, surgido en Europa como contrapunto al GPS norteamericano, se basa en estas buenas expectativas comerciales. La industria estima que los mapas digitales están a punto de salir de los automóviles, para incorporarse masivamente a agendas y a la telefonía celular.

"El futuro esta asociado al uso personal. Los mapas serán la base para movernos y consultaremos rutas para el vehículo propio, a pie o en servicio público. En este contexto será imprescindible la información extra que proporcionan puntos de interés e indican gasolineras, museos, paradas de autobús o tiendas. Vamos hacia sistemas de contenidos actualizados y probablemente con algún tipo de publicidad que no implique distracciones ni riesgos", asegura Elena de Leiva, directora de marketing de Tele Atlas.

Las empresas que elaboran los mapas digitales trabajan con sistemas en 3D y representaciones realistas de rutas y edificios. Estos planos ya son de uso frecuente en Japón, y en Europa han desembarcado con los callejeros virtuales en Internet, que ha lanzado QDQ y los mapas tridimensionales que tienen a punto varios fabricantes de GPS. La idea es que la información visual es más fácil de entender y más apreciada por el usuario.

La Vanguardia
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