lunes, 4 de mayo de 2009

El camino del alma

Madonna y Demi Moore son sus alumnas. A los 13 años, su padre, un gran maestro cabalístico, consideró que ya estaba capacitado para aprender, de una manera más estructurada, las enseñanzas de la cábala. Yehuda Berg comenzó a dedicarle 6 horas diarias a lo que sería su guía en la vida.

Es conocido como el cabalista de la gente por su firme convicción de utilizar esas enseñanzas a modo de tecnología para mejorar la vida cotidiana. Vive en Los Angeles con su mujer y sus cinco hijos. Ha escrito libros tales como El poder de la Kabbalah, Los 72 nombres de Dios y El libro del hilo rojo. Actualmente, es director asociado en comunicaciones del Kabbalah Center en California.

Todo el mundo relaciona la cábala con la tradición, con la transmisión y la vivencia espiritual. Pero definirla en una sola frase no resulta tarea fácil.

-Está formada por tres grandes partes. La primera es de ayuda personal. La segunda está integrada por preguntas que uno se hace justamente para encontrar las respuestas. Y el tercer escalón corresponde a los estudios más profundos. Allí se investigan las estructuras del universo y los diferentes niveles de energía. Es interesante: a pesar de llevar 30 años estudiándola nunca se termina.

-A usted le enseñó su padre. ¿Puede transmitirse también en las acciones cotidianas? -Sí, de hecho, cuando damos los cursos no nos fijamos tanto en lo curricular, sino en cómo la aplican los estudiantes en el día a día.

-¿Cómo nació este sistema? -La historia se remonta a Adán, que recibió las enseñanzas por intermedio del ángel Raziel. El segundo maestro cabalista fue Abraham, quien escribió el Libro de las Formaciones. Y la siguiente persona en conocer los secretos fue Moisés. Estos conocimientos siempre estuvieron reservados a grupos muy selectos. Pero, dos mil años atrás, Rav Shimón bar Yojái, el cuarto maestro, escribió la historia de la cábala en el Zohar. Todo cambió en ese momento, pues le dio estructura a esta sabiduría. Entonces, empezó la transmisión de maestro a estudiante. Luego, Rav Ashlag, el fundador del centro, comenzó a abrir la enseñanza.

-¿La cábala está relacionada con el judaísmo? -En la antigüedad, quienes tenían su llave eran los judíos. Ellos la resguardaban, pero pertenece a cualquier religión. Incluso, antes sólo la estudiaban los hombres judíos; las mujeres no accedían a esos libros.

-¿Qué motivó a Rav Shimón bar Yojái a alentar un cambio ? -No lo sabemos con exactitud. Sí, que puede estar relacionado con el nacimiento del cristianismo y con la destrucción del Templo de Jerusalén.

-¿Qué tipo de herramienta es la cábala? -Eso es relativo a cada persona. Es un instrumento para enfrentar los problemas porque los resuelve, te lleva a la causamisma de lo que te aqueja. Es un elemento acorde a cada uno.

-¿Es necesario tener fe para estudiarla? -Según la cábala, creemos que el universo está unido por una fuerza que lo gobierna. Si se tiene una mínima intuición de que existe esa fuerza, es posible comprender este sistema.

-¿Existe hoy un mayor interés por estos conocimientos? -Sí, por lo menos en los Estados Unidos. El número de estudiantes se duplicó después de los atentados del 11 de septiembre. La falta de seguridad en el exterior lleva a ahondar en uno mismo. La cábala es hallar la verdadera energía interior, conectarse con ese poder, pues así podemos ser más de lo que ya somos.

-¿Cómo entienden la energía corporal? -Por encima de nosotros está la luz del Creador. Luego, consideramos que cada persona es una vasija que tiene dos partes: una con los dones, lo mejor que cada uno puede dar; la otra es donde se deposita la basura, lo que bloquea la luz. La cábala otorga la claridad necesaria para ver ambas partes. Hay que trabajar para vaciar la impureza y conectarse más con la luz. Esa unión es la que nos hace realmente felices, mientras que el ego nos encierra. Es necesario descubrir los obstáculos para sortearlos.

-La cábala resalta que el universo está gobernado por leyes, ¿cuáles son? -Las más importantes son tres. La primera es la de causa y efecto. Cuando hacemos algo, bueno o malo, eso vuelve hacia nosotros. No importa cuánto tiempo pase; siempre regresa. La segunda máxima es que el mundo no nos pasa a nosotros. Las personas solemos volvernos víctimas, pero somos nosotros quienes controlamos nuestro propio universo; siempre podemos tomar decisiones. Por último, la cábala pide que seamos responsables de lo que hacemos y somos. Podemos lograr que cada momento de la vida sea mejor; siempre está esa oportunidad sin importar las circunstancias.

-¿Creen en la reencarnación? -Sí, sin ella sería muy difícil entender los desafíos de este mundo.

-¿Cómo describen la energía corporal? -Tenemos un cuerpo físico y uno espiritual. Por sobre nuestra cabeza está el alma, que al mismo tiempo tiene diferentes niveles.

-¿Qué vínculo existe entre la cábala y la astrología? -Es una ciencia que nos ayuda a leer el alma de la otra persona. Si conocemos el signo podemos saber los potenciales obstáculos que deberemos sortear, y también veremos los talentos.

Berg asegura que lo más importante es "tratar de transmitir la cábala a cada persona que nos cruzamos". Y que ahí está la verdadera enseñanza.

Marysol Antón

El cuervo sera como la paloma
Entre los conceptos centrales de la cabalá hebrea sobresale la idea de que los seres humanos tienen una misión central: darle finalización a la tarea de la creación divina. El objetivo del ser humano radica en elevarse para retomar la fuente divina y redimir a toda la creación de la oscuridad en que se encuentra.

Decía Najmánides (siglo XIII), uno de los primeros cabalistas: "Todo está escrito en la Torá explícitamente, o está indicado en las letras o en el uso numérico del alfabeto o en las formas de las letras que están escritas y cómo están ubicadas". Es así como sus cultores ven claves y símbolos en el texto bíblico que sirven para sus especulaciones alegóricas.

Despejemos una serie de errores: la cabalá judía no es una religión aparte. Para entender sus misterios se requieren muchos y profundos estudios. Cursillos pequeños no logran dar más que una leve pincelada (a veces errada), ya que no puede ser estudiada sin conocimientos básicos sobre judaísmo. Es una escuela de interpretación mística de la Torá, formada, a su vez, por varias corrientes de pensamiento. El uso popular de la palabra cábala como superstición numérica nada tiene que ver con la cabalá hebrea.

La vertiginosidad de la vida posmoderna, el exagerado individualismo y la soledad han despertado en miles de personas (de todas las religiones) el interés en la cabalá como un sistema explicativo del universo y de la vida.

¿Por qué eligen estudiar la cabalá? Quizá porque nos abre una puerta esperanzadora al porvenir, promoviendo la regeneración moral y espiritual por medio de la plegaria y el conocimiento de los textos sagrados. Busca la naturaleza de la luz y pone luz a la naturaleza. Como señalan las fuentes: "Habrá un tiempo en que el cuervo será como la paloma". Para la cabalá, el futuro puede ser mejor y depende de nosotros mismos.

Mario Eduardo Cohen, presidente del Centro de Investigacion y Difusion de la Cultura Sefardi (CIDICSEF)
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