lunes, 29 de junio de 2009

Mi nombre es Mike

El ocio es sanador", dice Mike Amigorena, el actor, el hombre que todo lo hace pensando en ese estado de inacción. "El disfrute, el tener la cabeza limpia: ése es el fin, porque en el momento del ocio no quiero que nada me mortifique", reflexiona, a su manera, acerca de ese bien preciado que suele perecer ante el dominio del estrés. Sólo la violencia y la inseguridad son capaces de inquietarlo, de paralizarlo, de quitarle el sueño y robarle el aliento al mendocino que hoy puede jactarse y decir: "Soy actor y hago de todo". Y mostrar de manera frontal su ausencia de pretensión intelectual, sin necesidad de recurrir al bastardeado soy un chico de barrio.

Mike está en el centro de la escena, dispuesto a jugar de maneras bien diferentes, recogiendo los frutos de años de trabajo. "He estado más por abajo que por arriba", asegura el propio Amigorena, que puso cuerpo y alma al niño argentino de Mauricio Kartun, el mismo que se deja dirigir por Francis Ford Coppola en Tetro, el mismo que tendrá su protagónico televisivo con la comedia El exitoso señor Pells, sí, el mismo que todos los viernes a la medianoche saca a relucir su costado de rockstar con Ambulancia, la banda que lidera.

"En mi carrera me ha pasado de todo y he hecho de todo. No hay fórmulas; todo es posible. Y lo que me está pasando este año tiene que ver con los otros años de laburo."

Coppola, trabajar con Coppola debe de ser el sueño de muchos. Mike lo sabe, pero él prefiere decir "raro, filmar con Coppola es raro".

–¿Por qué?

–Porque a esta gente se la tilda de inalcanzable y, si filmás con Coppola, teóricamente tenés que decir "ya está, bajo la persiana, no trabajo más", y nada más lejos de eso.

Una noche, minutos antes de la función de El niño argentino, se corrió la voz de que Francis Ford Coppola, el mismísimo director de El padrino y Apocalypse Now, estaba en la platea. La escena se repetiría días después, con un Coppola interesado particularmente en Amigorena, al que llamaría para un encuentro en una cantina frente a la Bombonera. "Una charla amena en la que improvisamos frente a un tipo que no te da indicios de ser un referente en la historia del cine mundial. Se viste como el orto: me refiero a que no tiene puesto nada de Dolce & Gabbana ni Armani; es un tipo muy sencillo que podría pasar por acá y nada... Te digo más: podría ser un abogado, sí, un abogado barrial."

–Un abogado llamado Coppola que te eligió personalmente para su película...

–Que pase lo que tenga que pasar. Todo se dio de manera muy surrealista. Qué podes decir si lo inalcanzable te toca; sólo lo vivo, y que pase lo que tenga que pasar. Si no lo hacía, no iba a ser una frustración; tampoco considero que sea un logro. Es un trabajo, un trabajo más. El presente es muy regocijante.

Hubo un momento, 1992, en el que Mike, entonces con 19 años, decidió dejar Maipú, Mendoza, para instalarse en Buenos Aires y ser actor. "Llegar acá fue un nacimiento; fue tremendo. Me tiró un avión y caí acá. Fue un nacimiento en serio, porque tuve que aprenderlo todo. A mí, ningún contacto me ayudó en nada. Tuve casa un tiempo, después me fui a una pensión y trabajé de lo que fuera. Me decía a mí mismo cómo se hace para ser actor. Yo no vine a estudiar, tenía metido en la cabeza que debía mostrar todo lo que tenía para dar y tuvieron que pasar seis años para empezar a mostrarme, para que lo vieran desde lejos. Mi primera obra de teatro, la que yo considero la primera porque sentí que me podía desenvolver como actor, fue Despertar de primavera, en el ’98, en el IFT. No te hablo del primer bolo en televisión (en Cara bonita, con Catherine Fulop), donde sólo sos un manojo de nervios tratando de decir un parlamento, ni siquiera actuar, sólo decir, y poniendo todo tu ser al servicio de esa frase. Ahora soy protagonista y tengo el cuero para llevarlo. Pero no estás exento de nada."

Llega a la televisión su primer protagónico

La historia de un actor fracasado que es contratado para vivir la vida del conductor de TV más famoso e influyente del país es el gancho de El exitoso señor Pells, la particular comedia romántica que tendrá a Mike en su primer protagónico para la televisión. La nueva creación de la productora de Sebastián Ortega contará con la dirección de su hermano Luis (Caja Negra, Monoblock), en su primer trabajo para TV y el guión de la dupla Esther Feldman - Alejandro Maci, los mismos de Lalola.

“Estoy muy contento con la propuesta; ser un simulador es una idea que me encanta.” Erica Rivas, Florencia de la V, Hugo Arana, Mirta Busnelli, Walter Quiroz y Diego Reinhold completan el elenco de la tira que verá la luz a mitad de este año.

–¿A qué te referís?

–Hagas lo que hagas, no estás exento. Ya pasé por eso de que el bolito en la tele era el cuarto de pan, y teóricamente me digo a mí mismo que no lo voy a pasar más, no quiero volver a pasar por eso, pero hay otra parte que es consciente de que uno no está exento. Disfrutás de un presente regocijante, el arriba, pero también conozco el abajo.

–¿Llegaste a pensar en largarlo todo?

–Nunca. Hay que tener convicción, ¿no? Estoy hecho. Si me preguntás qué espero, te digo cero, ya estoy.

La actuación estuvo en Mike toda la vida, aunque alguna vez fantaseó con ser médico forense. "Me encanta la morgue, la anatomía humana, el funcionamiento del cuerpo. Me encanta la carne viva. Pero nunca me gustó estudiar, ni leer demasiado; estaba claro que la medicina no tenía que ver conmigo." La actuación sí era lo suyo, es lo suyo. "Jugaba mucho solo y solía ponerles voces a los muñecos y agregarles ruidos a las cosas. Todo el tiempo me creía otra persona y escapaba de ser el muñeco de mis dos hermanas mayores. Siempre tuve contacto con ese costado y con la música; en definitiva, con lo que soy ahora, porque ni siquiera soy músico. En Ambulancia canto y hago que soy músico (ver aparte).

De regreso al pago

Mendoza siempre estuvo cerca, bien cerca, y cada vez que regresa al pago lo colma una inmensa felicidad. "Ya allá, en Maipú, soñaba con ser actor y con volver para compartirlo con los míos."

–Mike, el niño pródigo.

–El que regresa, porque saben que estaba para atrás y que pude, que cumplí mi sueño. Cada vez que voy, porque allá está mi otra familia, mis otros amigos, me reciben muy bien. Es mi casa. Allá hay sinceridad en aquellos que se acercan, se alegran realmente de lo que me está pasando. Gran parte de la gente sabe que vengo desde hace años dale que dale, saben que lo mío es legítimo, saben por lo que he pasado.

–¿Volverías definitivamente?

–Me gustan la tierra, los animales. Siempre viví entre viñas, siempre tuve contacto con campos de amigos. Mi abuelo tenía una bodega y mi viejo siempre estaba metido en la finca. Crecí jugando en el jardín de mi casa enorme; mi infancia estuvo vinculada con la naturaleza, con mirar muy de cerca a las abejas. Tengo el sueño de tener una casa enorme donde la gente que quiero tenga la posibilidad de quedarse. Me gustaría, si tengo hijos, criarlos en el campo, en una escuela pedorra que no tenga nada que ver con las escul-no-sé-cuánto, porque para mí la educación, la formación como persona, no pasa por el nombre de la escuela.

–¿Estarías dispuesto a dejar la actuación?

–Me encanta la actuación, pero no me muero por esas poses del arte. Soy un tipo muy responsable, muy profesional, pero no me gusta trabajar. ¿Te dije que vivo para el ocio?

Fabiana Scherer
fscherer@lanacion.com.ar


De dónde te tengo

El rostro de Mike se paseó por buena parte de los teatros de Buenos Aires, varios ciclos televisivos y coqueteó con el cine. Un resumen caprichoso de su carrera.

Teatro: Despertar de primavera (1998), dirección de Daniel Crisafi; Payasos imperiales (1999), dirección de Cristina Moreira; Todos tenemos problemas sexuales (2002-2003) y Shakespeare comprimido (2004), ambas con dirección de Lía Jelin, y El niño argentino (2006-2008), de Mauricio Kartun (obtuvo el Ace a la Revelación Masculina).

Televisión: Los Benvenuto (1992), Montaña rusa (1994), Muñeca brava (1999), Los buscas (2000), Tiempo final (2000-2002), La cajita social show (2001), Cuatro amigas (2001), La niñera (2004), Una familia especial (2005), Sos mi vida (2006), El capo (2007), El exitoso señor Pells (se verá en el segundo semestre del año). En Sony Entertainment Television se lo puede ver vestido de superhéroe y hablando en castellano neutro en los cortos Flash informativo.

Cine: Tetro, de Francis Ford Coppola, en rodaje; Yo soy sola, de Tatiana Mereñuk, estrenada recientemente; Horizontal-vertical, de Nicolás Tuozzo; Un peso un dólar, de Gabriel González Condron; Tus ojos brillaban, de Silvio Fishbein, y Vida en Marte, de Néstor Frenkel.

Música para mirar

“Somos una mezcla de David Bowie con Batato Barea, una especie de andróginos, un juego de chicos con un free pass a lo lúdico. En escena soy un Bowie, un Ziggy Stardust –dice Mike acerca de Ambulancia, y de él, en la banda que integra junto a los también actores Víctor Malagrino, Luciano Bonanno, Mariano Torre, Julián Vilar y Muriel Santa Ana, con dirección de Sergio D’Angelo–. Simulamos ser una banda de rock.”.

Canciones de Pet Shop Boys, Sandro, New Order, The Romantics, Fleetwood Mac y Queen se transforman en el repertorio de la banda. “Tomamos canciones con las que crecimos, muchas de los años 80, y las alejamos de su sonido, las des-generamos para transformarlas en algo más propio. Hay pasajes poéticos absurdos, supersurrealistas; ofrecemos situaciones muy sutiles.” Todos los viernes, a la medianoche, en Velma Café, Gorriti 5520; 4772-4690.

www.ambulancia-labanda.blogspot.com

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