lunes, 29 de junio de 2009

El pájaro más votado

Lo que aquí vemos no es un colibrí. Una primera sensación lleva a pensar que se trata de un primo hermano fornido y con cresta. Pero ni eso. Aquí estamos ante un ejemplar llamado hoopoe en inglés y duchifat en hebreo. Pájaro que acaba de alcanzar fama oficial en Israel por haber ganado una encuesta que coincidió con el 60º aniversario del país. Se trató de elegir al que debería ser el pájaro nacional y, ante el resultado abrumador (35 por ciento), el presidente Shimon Peres lo declaró ganador de la competición. Es un pájaro bastante estrambótico: en el aire se distingue por un vuelo errático (como el de las mariposas) y en tierra tiene el andar del tero criollo. Por lo trisilábico de su canto (con sonido up-up-up ) motivó que Linneo, en 1758, le diera como nombre científico el de Upupa epops . En castellano le tocó el de abubilla o ababilla , que suena simpático y resuena árabe. Los aragoneses lo llaman borbute , y los canarios (los de la Islas, claro) apupu o tabobo . Pero quienes se pasan de rosca son los valencianos: le dicen Palput pues no se sabe por qué encarajinada asociación este vistosísimo pájaro les recuerda "el pene masculino" (sic).

Este monstruito no las tiene todas consigo: en el Viejo Testamento se lo menciona como poco limpio y, por tal, alimento prohibido para los judíos. Cierto es que se pasa el día en el suelo cazando insectos y larvas, escarbando estiércol y portando desperdicios a su nido. Sorprende tal severidad, pues, de cumplirse con rigor veda, serían muy pocas las aves que encontrasen albergue en un versículo. Un inconveniente que jamás puede alcanzar al colibrí, dado que es un aristócrata desmedido y pasa su tiempo de corola en corola, que deben ser de los sitios más puros y recomendables del planeta. Pero esta competencia sobre la pajarería israelí no trató de gastronomía, sino de cuál ave extendía más su maravilla por los cielos del país y provocaba más gozo en su pobladores. Y habrá que reconocer que la abubilla, ababilla, hoopoe o como elija cada cual nombrarlo, no será un colibrí, pero tiene diseño, colorido y carácter que lo distinguen por sí. Y hasta una responsabilidad maternal que la imagen muestra en plena acción (aunque bien podría en este caso ser paternal , lo cual no cambia las cosas ya que está impuesto el pensar que cuando un padre hace de madre no es su género el que se lleva los laureles).

Así como se lo ve, este primo del martín pescador voló por distintos cielos de la cultura humana. Aristófanes lo incluyó en Las aves y en la mitología griega un semidios (Tereus) en penitencia acabó siendo lo que vemos en la fotografía (lo que, tal como está el mundo, parece más una mutación favorable, que un castigo). En tanto que en el islam se lo asocia con el Rey Salomón (profeta Suleimán, para el mundo musulmán), quien hablaba con los animales y es por el relato de una abubilla que se entera de la reina de Saba y su fantástico reino. En China se lo considera mensajero celestial y por tal, su vuelo atraviesa siglos de poesía como el primer pájaro en anunciar la proximidad de la primavera.

Tan destacado currículum mundial se aquilata aún más ahora, ya que se alzó con el símbolo tras superar una lista de especies nominadas por especialistas, que incluyó el halcón rojo, el jilguero, el buitre, el chorlito y el martín pescador. Shimon Peres elogió la elección y dijo: "Por año, 500 millones de aves pasan por Israel. La ornitología es uno de los principales activos de nuestro pequeño país. Hoy más que nunca Israel necesita de un escenario verde , de aire fresco y de las hermosas y coloridas aves". Y en florido looping verbal, pasó de un lamento (que la paloma no haya estado entre las especies nominadas) a un elogio. "La paloma cuenta con un sistema de detección que le permite volver a su hogar desde cualquier lado en el que esté. Es una verdadera sionista." Lo que se dice una metáfora al dedillo.

Esteban Peicovich
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